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MensajearMorelia, Michoacán., 16 de agosto del 2019.-“El Fiscal General de la República dio a conocer que en este país se cometen 32 millones de delitos, la fiscalía federal y de los estados, solamente conocíamos a través de carpetas de investigación dos millones de delitos; es decir, hay 30 millones de delitos que no se denuncian ni se investigan, nominalmente, ese es el número de la impunidad en este país”, reveló Adrián López Solís, titular de la Fiscalía General del Estado de Michoacán (FGEM) durante la presentación de la Guía Contra Corrupción en Ministerios Públicos.
Por ello, esa cifra que anda en un 90 por ciento “es un reto, porque si tenemos problemas para investigar lo que se nos denuncia; muchos más problemas tenemos cuando la sociedad por falta de confianza en la autoridad investigadora o policial no acude a las instancias a poner del conocimiento de los hechos a quienes los debemos atender”
A eso, añadió “hay que sumarle que nuestro nivel de confianza está partido, hay en Michoacán 50 por ciento de usuarios que confían en el ministerio público y el otro no nos concede esa posibilidad porque asume que ir es perder el tiempo, porque no tenemos el interés ni capacidad de respuesta para acceder a la justicia cuando son víctimas de un delito”.
El legislador con licencia, añadió que el fenómeno de la corrupción que, aunada a las carencias de una institución, abona a la impunidad que es el principal problema de este país, no solo del estado de Michoacán “el país está ranqueado en el cuarto lugar a nivel mundial en materia de impunidad”.
López Solís reveló que otra gran problemática es el 75 por ciento a nivel nacional, en determinaciones por la vía del archivo temporal “eso es lo mismo que recibir la denuncia, ponerle un sello y echarlo a la basura, porque ese archivo temporal está radicada la impunidad; pero no solo es lo que se archiva cada mes o cada año, sino lo que se acumula con el paso delos años, esto se convierte en una cultura de la impunidad con la que convivimos y, en algunos casos, nos negamos que ese sea nuestro destino”.
En su intervención, dio a conocer los retos que al frente de la FGEM se tienen, entre ellos hacer las cosas distintas a como se venían realizando cuando era la Procuraduría General del Estado “porque si no es así, no tiene ningún sentido que haya habido cambios legales y de modelo; pronto van a encontrar datos que no serán ni complacientes, ni gratos, pero que es necesario presentarlos con toda su dureza para que, a partir de allí, establecer nuestro horizonte de desarrollo, identificar las soluciones posibles”.
