Combate Semaccdet formación de islas de calor

Morelia, Michoacán, a 28 de enero de 2020.- Alrededor de uno de cada 10 habitantes, vive en áreas urbanas, y para 2050 esta proporción se elevará, se estima, a siete de cada 10 en el mundo, lo que pone de relevancia la planeación y el ordenamiento del territorio de las ciudades.

De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Territorial (Semaccdet), entre los fenómenos que resultan de la inadecuada expansión de las ciudades destaca la formación de islas de calor, que consisten en la presencia de aire más caliente en algunas zonas urbanas, respecto del que se encuentra en las áreas urbanas aledañas.

Factores como la densidad de las edificaciones, la impermeabilización de los suelos con concreto y pavimento, la falta de espacios verdes y cuerpos de agua, así como cielos despejados, y ausencia de vientos, favorecen que la radiación solar captada se disperse con una mayor lentitud en sitios determinados.

Entre las consecuencias de las islas de calor, refirió un incremento en el estrés de la población que reside en las zonas afectadas y una tendencia al alza en el consumo de la energía eléctrica para la operación de ventiladores y aparatos de aire acondicionado, que además pueden emitir ozono.

Para combatir la formación de islas de calor, el Gobierno de Michoacán, a través de la Semaccdet, impulsa y promueve el diseño y la aplicación de los programas de ordenamiento territorial urbano, que no sólo establecen los usos del suelo conforme sus vocaciones, como residencial, comercial, industrial o para conservación y restauración natural, sino que definen la creación de áreas arboladas dentro de las ciudades y en los asentamientos y la preservación de mantos acuíferos.

Con estos elementos se provee a las ciudades de mecanismos de regulación de la temperatura ambiental, que brindan otros servicios ecosistémicos, como producción de oxígeno, captura de carbono y retención de suelos. 

Asimismo, la Semaccdet expuso la realización de jornadas de reforestación intraurbana y limpieza de cuerpos de agua dentro de las ciudades, para garantizar el cuidado de estos recursos naturales que ayudan a la regulación de las temperaturas ambientales.