Cuarto Poder… ¿Quién miente?

Cuarto Poder… ¿Quién miente?
Autor: Etelberto Cruz Loeza | Fecha: 26 de Mayo de 2015 a las 20:53:00

“Los políticos son hombres de poca palabra y mala memoria… Creen que el pueblo no tiene memoria”; César Darío, en ‘El tiempo de la ira’, de Luis Spota.

“La mentira es la herramienta del hombre”; ‘Sinuhé, el egipcio’, de Mika Waltari.

“No se debe ceder en pos de una estabilidad social ficticia”, M. Limón Rojas, ex secretario de Educación.

Sabemos que la administración Peña Nieto, desde su inicio políticamente trabajó con los partidos de oposición para proponer una reforma constitucional de tipo educativo que, entre otras cosas, recuperara la rectoría de la educación para el Estado, se creara el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, se realizara un censo de docentes e instalaciones materiales del sistema educativo para saber el cuánto y el cómo de la Educación en el país, se cubriera la nómina desde el Centro y, finalmente, se concursara por las plazas docentes, horas, direcciones y supervisiones, así como para los llamados Asesores Técnico Pedagógicos – por cierto la aplicación de los instrumentos de evaluación se aplicarán entre el 4 y 19 de julio; son cerca de 165 mil docentes en busca de una plaza de las 25 mil plazas disponibles. Se recibieron cerca de 58 mil pre registros para promoción a categorías con funciones de dirección, supervisión y asesor técnico pedagógico en educación básica -.

Y la Reforma Constitucional en materia de Educación es una realidad. Se cumple en casi toda la República, menos en Gurrero, Oaxaca, Michoacán y Chiapas, estados rehenes de la fatídica Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación. Lo curioso es que se percibe un mal olor, una visión opaca y una enorme mentira en este esquema.

Por un lado, están la mayoría de los estados de la Federación cumpliendo con lo establecido constitucionalmente, en materia de la nueva Reforma Educativa; por el mismo lado, el Secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet Chemor y, el profesor Juan Díaz De la Torre, líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, poniéndole todas las intenciones, ganas y publicitando el cumplimiento de la Reforma Educativa, pero por el otro están las huestes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación que trabajan, abiertamente, para derrumbar la Reforma Educativa y se oponen a su contenido y objetivos y por el ¿mismo lado?, está el subsecretario Luis Miranda, con quienes negocian y en cada oleaje del movimiento les da todo lo que le piden, violando el articulado, contenidos y objetivos Federales de la Reforma Educativa.

Una y otra vez la secretaría de Gobernación ha cedido ante los maestros disidentes y otra vez, éstos vuelven a pedir más. Durante casi tres años de la administración Peñista – no cuentan los 12 años panistas, que fue igual o peor -, la CNTE ha obtenido grandes éxitos financieros y político-administrativos en las “negociaciones” con el gobierno federal=Luis Miranda: Ha obtenido todo, incluso ha conseguido que se viole la Reforma Educativa. El gobierno federal ha concedido pagos de aguinaldo, quincenas caídas – tengan el tiempo que tengan en paro, sean días, semanas, quincenas meses -, garantías de plazas intocables, regularización de plazas y hasta ha prometido no sancionar de forma alguna a los maestros que reprueben las evaluaciones indicadas dentro de la Reforma Educativa, además de comprometerse a pagar tiempos extras (¡!) e incentivos de carácter económico por un buen desempeño (¡!) de profesores de la coordinadora. Todo esto, y más, sin obtener una sola modificación al discurso belicista – cese de movilizaciones, desocupación de plazas tomadas marchas, bloqueos, vandalismo y más actos radicales - y ni disminuir la abierta hostilidad de la disidencia para rechazar la Reforma Educativa.

¿Quién está mintiendo a las instituciones y a la sociedad del país? ¿O el presidente de la República o el secretario de Gobernación o el subsecretario de gobernación, Luis Miranda?

Es lógico suponer que Luis Miranda no es autónomo, que tiene un jefe – el secretario de Gobernación – y que ambos tiene un jefe, el presidente de la República; entonces Luis Miranda actúa así, toma esas decisiones por indicación presidencial: Enrique Peña Nieto está enterado y autoriza todo esto; luego entonces él es quien está jugando a mentir y usando dos, tres o más varas para administrar, diciendo una cosa y haciendo otra. Supongamos que en la visión macro, estos estados sean pecata minuta, pero ¿y la ley? ¿Y la Constitución? Y ¿Los demás estados, los restantes gobiernos y los otros miembros de la sociedad? ¿Acaso son de segunda o de tercera? O como dijo alguien que fue gobernador:” Ellos no dicen, no protestan de nada. Están quietos” (Esos y otros gobernadores se dicen: si Gobernación federal les da todo lo que piden, por qué yo no. Y, supongo, que “recomiendan” proceder igual. ¿De qué sirve que se diga que corresponde a los gobernadores hacer cumplir la ley, la Reforma Educativa, como lo repite Emilio Chuayffet?

A todos ellos se les olvida algo: si bien, en uso de sus facultades constitucionales el presidente de la República – el Gran Jefe, con permiso de Córdova - los designó, están obligados TODOS ELLOS, incluido el presidente de la República, a cumplir, observar y hacer cumplir y observar la Constitución Política? O ¿No fue así – literal, filosófica e históricamente hablando - su protesta constitucional y reglamentaria? El patrón de todos es el pueblo y todos ellos lo están traicionando.

Si, como lo ha afirmado el secretario de educación pública, el único sindicato de los trabajadores de la educación es el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y es el que tiene registrada en la STPS la “Toma de Nota”, y es con quien, oficialmente, deben negociar ¿por qué el secretario de trabajo y previsión social, Alfonso Navarrete Prida, no actúa para definir esta ambigüedad tan perniciosa, perversa y patológica, como productiva, financiera y políticamente, hablando? ¿Por qué le otorgan a la CNTE – el otro sindicato - capacidad de gestión, de representación, de negociación y les dan, porque eso es…dan, dan lo que piden y hasta piensan pedir?

¿Por qué se muestran omisos el secretario de Trabajo y el secretario general del CEN del SNTE, Juan Díaz De la Torre? ¿Por qué callan? Porque son cómplices. Pero ¿de qué, a qué costo?

¿Cuánto le cuesta a la presidencia de la República la quietud, inmovilismo y pasividad del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación? ¿Lo mismo que el sindicato de trabajadores petroleros?

Todos ellos saben que están cediendo, tratando de obtener una tranquilidad, una paz y una estabilidad ficticias; ahí están los hechos: Todo lo que han obtenido, violando total y sistemáticamente – tanto ellos como nuestras máximas autoridades políticas - la ley, el Estado de Derecho y la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

¿O el presidente de la República está torpedeando su propia reforma Educativa y cuenta con el silencio cómplice de varios secretarios de Estado – Gobernación, Educación, Trabajo y Previsión Social, entre otros - y de varios gobernadores de la Federación, o están-hay varias organizaciones-personas atrás de esto y con la permisibilidad oficial están dañando a la sociedad nacional, deteniendo el desarrollo, anclando la movilidad social del país? No se vale.

En palabras de Córdova… ¡No mames, cabrón!

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