Rogelio Arredondo Guillén, negro historial

Morelia, Mich., 8 de julio de 2017.- Uno de los hombres más cercanos al procurador de Justicia de Michoacán, José Martín Godoy Castro, Rogelio Arredondo Guillén, fue asesinado la noche del pasado viernes 30 de junio en un exclusivo complejo habitacional donde residía; hasta el momento se ignoran las causas de la ejecución al más puro estilo del crimen organizado.

Rumores son muchos, desde proteger a los huachicoleros michoacanos hasta dejar pasar y hacer a los cárteles del narcotráfico, todo ello con el consentimiento de su jefe.

El día de su muerte, la noche del 30 de junio, sus guardaespaldas estaban cerca del lugar, lo acababan de dejar después de una jornada de trabajo; de hecho, estaban a metros de distancia; ingresó al estacionamiento de su lujoso departamento, dicen algunas versiones, con un escolta; otras versiones indican que con un familiar: las circunstancias del crimen no son muy claras y a más de una semana del crimen, todo indica que a la PGJEM le urge cerrar el caso principalmente por el pasado turbio de este policía cobijado  por Godoy  Castro

Robo, trata de personas, extorsión, son algunas de las acusaciones que pesaron sobre Arredondo Guillén en su carrera policial, siempre de la mano de José Martín Godoy, allá en el estado de México, en los tiempos también de Alfredo Castillo Cervantes, el todopoderoso comisionado enviado a Michoacán por el presidente Enrique Peña Nieto para salvarlo del crimen organizado.

La ejecución

Ese viernes 30 de junio por la noche,  a través de un comunicado de prensa, autoridades de la PGJE confirmaron la muerte de Rogelio Arredondo Guillén, director de Investigación y Análisis de la Región Morelia, ello cuando recibía atención médica en un nosocomio particular luego de haber sido baleado cuando llegaba a su domicilio ubicado en la exclusiva zona residencial de Altozano, en las Torres Panorama, ubicadas en el número 1015, de la avenida Altozano, justo en la parte trasera del centro comercial.

En un momento determinado, como lo hacía todos los días, Rogelio Arredondo, se dirigió al estacionamiento del complejo departamental, mientras sus escoltas se quedaban en la parte exterior del lugar; se supo que al menos dos sujetos aprovecharon para disparar en contra del mando ministerial.

Horas después se informaría de la detención de un sujeto que podría ser el autor material de la muerte del jefe policial pero saldría libre por la maña integración de la Carpeta de Investigación y debido a ello, el procurador José Martín Godoy Toscano exigiría la renuncia de Carlos Flores, fiscal de Homicidios de esta dependencia.

Negro historial

Desde el arribo de la Comisión encabezada por el ahora titular de la CONADE, Alfredo Castillo Cervantes, para rescatar a la entidad de la delincuencia, toda la gente de los llamados ‘chilangos’ que arribaron a la Procuraduría General de Justicia del Estado, Arredondo Guillén fue cuestionado por sus antecedentes de corrupción.

De acuerdo con diversos despachos informativos tanto michoacanos como nacionales, el comandante Rogelio Arredondo fue acusado, detenido y consignado por el Ministerio Público Federal por el delito de evasión de traficantes de personas, luego de que participara en la fuga de dos ‘polleros’ que habían sido capturados en la comunidad de Mesa de Otay, esto en Tijuana Baja California, donde se desempeñaba como Policía Municipal.
 
Arredondo Guillén ya bajo las órdenes de Godoy Castro, en municipio de Netzahualcóyotl, Estado de México, ocupó el cargo de Primer Comandante donde se vio involucrado en diferentes escándalos de corrupción.

En el 2011 fue señalado y acusado por Óscar Osvaldo García Montoya, “El Compayito”, líder de la organización criminal La Mano Con Ojos, de robo y extorsión.
 
Según el delincuente, al momento de su detención a manos de Rogelio Arredondo, en ese entonces coordinador general de la Policía Ministerial de la Procuraduría del Estado de México, de su domicilio desaparecieron 500 mil dólares, dos millones de pesos y 18 kilogramos de cocaína, que se habría agenciado el mando policial.
 
Ya en Michoacán como mano derecha e incondicional de Godoy Castro, el que fuera policía municipal en Tijuana, Baja California, al inicio de su carrera, fue cuestionado y acusado por sus subordinados por déspota, malos tratos y demás irregularidades e ilícitos.
 
Los mismos policía acusaron al comandante Arredondo de ser el encargado de controlar las actividades ilegales que se supone debía combatir y entre las teorías y dichos que circulan dentro y fuera de la institución,  señalan que su muerte tiene que ver en este sentido.