Reingeniería en la SEE: Las razones

Reingeniería en la SEE: Las razones
Autor: Horacio Erik Avilés Martínez | Fecha: 30 de Mayo de 2016 a las 18:36:00

Morelia, Mich., a 30 de mayo de 2016.- Cada vez se acrecienta más la posibilidad de que en Michoacán se lleve a cabo una reingeniería profunda en la Secretaría de Educación en el Estado, emulándose la medida tomada en Oaxaca el pasado 21 de julio de 2015, con la finalidad de recuperar la rectoría de la educación de aquella entidad federativa, que se encontraba completamente en manos de la Sección XXII de la CNTE.

No fue un rumor, sino un anuncio formal, el que realizó el licenciado Aurelio Nuño Mayer, Secretario de Educación Pública en la nación: sobrevendrá en breve una reestructuración de la Secretaría de Educación en el Estado de Michoacán para mejorar su operatividad y que responda a los requerimientos sociales y normativos de nuestra actualidad. No faltará quien pudiera cuestionar la realización de una medida de tal envergadura. Al respecto, darle seguimiento a una serie de acontecimientos concatenados en la línea del tiempo, ocurridos en nuestro sistema educativo estatal, nos brinda un marco referencial invaluable para comprender el porqué de las medidas que se están anunciando.

En febrero de 2015, en visita a Morelia, el doctor Claudio X. González Guajardo, presidente de Mexicanos Primero, realizó una denuncia pública de la gestación y operación de una contrarreforma educativa, ideada por las cúpulas de la CNTE y efectuada desde la propia Secretaría de Educación en el Estado. Sus autores intelectuales, a prácticamente todos los procesos estipulados en la Reforma Educativa les encontraron un mecanismo para pervertirlos.

En aquella ocasión se denunciaron hechos como el bloqueo a la labor de los planteles inscritos en el programa de Escuelas de Tiempo Completo, a los que intentaron convertir en escuelas “integrales”, bajo el yugo de la CNTE; el control de los programas socioeducativos, como el de la entrega de útiles escolares y uniformes, manipulando a su antojo listas de proveedores y beneficiando a sus incondicionales; el pago de la impresión de los libros alternativos de la CNTE; la negativa a la bancarización del pago de nómina; la contratación de 989 normalistas de manera temporal, transgrediendo toda la normatividad establecida al respecto, específicamente la enunciada en la Ley General del Servicio Profesional Docente; la no contratación de profesionistas idóneos, a quienes se les ha hecho esperar de manera ignominiosa y transgrediendo la convocatoria y normatividad inherente; el nombramiento de funcionarios educativos afines a la CNTE y cesión de áreas enteras de la SEE con la finalidad de cumplir con cuotas de corporativismo, en malentendida, torcida y retrógrada concepción de gobernabilidad; la entrega de planteles de educación normal a camarillas de incondicionales de la CNTE; la remoción de personal no afín a la CNTE, fundamentalmente en cargos directivos y de supervisión escolar; el envío de nada sutiles mensajes a punta de balazos a funcionarios non gratos para la CNTE, logrando hacer renunciar a por lo menos cinco servidores públicos, denuncia pública seguida de un largo etcétera.

En marzo de 2015 es relevado Rafael Mendoza Castillo, entonces Subsecretario de Educación Básica, quien fungió como el principal operador de la CNTE en el gabinete estatal. El que no haya habido aspaviento alguno por parte de la CNTE por tal acción, evidencia su consentimiento tácito, el cual fue avalado por el proceso de transición tersa y continuidad en las medidas extralegales. El mismo mes, se entregan plazas semiautomáticas a los normalistas, mientras continúa el ingreso “hormiga” al servicio profesional docente, mediante herencias, jubilaciones, compraventa y toda clase de maniobras abusivas y corruptas.

El 1 de octubre de 2015 tomó posesión el ingeniero Silvano Aureoles Conejo como gobernador constitucional del estado de Michoacán, quien designa a la doctora Silvia Figueroa Zamudio al frente de la SEE, acompañada de un equipo compacto de colaboradores. Es digno de reconocimiento público que durante este periodo de gobierno se han realizado muchas acciones en pro del derecho a aprender de los niños y jóvenes michoacanos, conforme a lo estipulado por la ley.

Empero, no pasa desapercibido el hecho de que no se ha renovado completamente la estructura de la SEE, lo cual resultaría injusto imputar a la nueva administración, sino que es consecuencia del denso tejido de redes de poder y corrupción al interior de la mencionada dependencia, que aún no se encuentran completamente desmanteladas.

Entre marzo y mayo de 2016, en diversas ocasiones, la autoridad anuncia el descuento de días de salario e incluso el despido de aquellos trabajadores de la educación michoacana que se ausentaron indebidamente de las aulas; sin que hasta el momento se conozca que efectivamente se hayan instrumentado los respectivos procedimientos administrativos y jurídicos que requeriría ejecutar cabalmente tal medida. Sobra el antecedente de que hoy la SEE está endeudada por millones de pesos en laudos perdidos ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, en donde invariablemente, quienes en teoría defienden a la dependencia educativa resultan señalados de perder los juicios laborales en componenda con los demandantes.

Asimismo, recordemos el proceso de evaluación del desempeño docente del pasado 19 de mayo, en donde ante la imposibilidad de destruir el operativo logístico, informático y en materia de seguridad que implementó la autoridad para lograr que se diesen las mejores condiciones para que los maestros presentasen su examen, la CNTE persiguió a los maestros a quienes les correspondía presentarse, por lo que la sospecha de que sus cúpulas contaron con información privilegiada con tiempo de antelación está presente.

Es de remarcarse que al día de hoy, se sostienen funcionarios en la Secretaría de Educación en el Estado, de quienes están documentados sus intereses y relaciones, su origen tenebroso, su falta de cumplimiento del perfil y sobre todo, sus actuaciones como servidores públicos, distantes de la imparcialidad y del apego a la legalidad que juramentaron al momento de tomar posesión. Por lo anterior, no queda duda de la genuflexión de varias personas que aún cobran su quincena en la estructura de la SEE pero que servilmente toman decisiones a favor de las cúpulas del corporativo denominado CNTE. Incluso, muchos funcionarios que fueron nefandos artífices de la debacle educativa estatal, inexplicablemente hoy fungen como servidores públicos, solamente cambiando de nivel o de subsistema. Más aún, líderes sindicales del ayer con pésimos antecedentes y acusaciones de corrupción, ¡hoy están gozando de las mieles del poder en nuestro sistema educativo! Con mucha certidumbre se puede inferir que la perversa organización administrativa y las redes de complicidades que existen en las dependencias desde donde aún despachan están conformadas de tal forma que resultan virtualmente inamovibles en las condiciones organizacionales políticas actuales.

Paralelamente, esta semana, el Gobierno del Estado se sumó a la iniciativa Tres de Tres. Esto implica que los funcionarios de la SEE estarán obligados a presentar su declaración de intereses. Si éstas se llenan debidamente, deberían declarar su pertenencia, así como la de sus familiares, a asociaciones, sindicatos y demás grupos y redes de poder al interior de nuestro sistema educativo. Con ello, se encontraría que muchos funcionarios tienen un craso conflicto de interés al ser ellos y sus consanguíneos abiertos simpatizantes de la CNTE y otros organismos sindicales, así como proveedores de la SEE por lo que mínimamente deberían de excusarse de tomar decisiones en temas que les involucren como servidores públicos.

Con todas las muestras de inejecución de lo mandatado por la normatividad, los múltiples vicios señalados y rampantes evidencias de que existe una administración paralela en la Secretaría de Educación en el Estado, especialmente en los niveles inferiores de mando, incluso sobra preguntarse si hay necesidad de realizar una reingeniería profunda que erradique de una vez por todas procesos y personajes corruptos de nuestro sistema educativo.

El pueblo michoacano requiere más que nunca educación de calidad, por lo que su necesidad más apremiante no debe estar subordinada a la presión que realice un grupo que no representa ni el uno por ciento de la población estatal. Las razones anteriormente expuestas deben ser tenidas en cuenta para comprender cualquier medida que se tome en torno a la reestructuración de la Secretaría de Educación en el Estado, que a todas luces aún está colonizada por las redes de corrupción y de la cual, buena parte de su estructura aún no satisface las necesidades operativas estipuladas en la normatividad aplicable en la materia. Esperemos que las autoridades nos sorprendan gratamente con las medidas que hayan de tomar al respecto. Sus comentarios son bienvenidos en eaviles@mexicanosprimero.org y en Twitter en @Erik_Aviles

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