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MensajearMéxico, D.F., a 09 de febrero de 2016.- "El examen multidisciplinario de la evidencia biológica y no biológica recuperada en el basurero de Cocula y la información adicional reunida no respalda la hipótesis de que hubo un fuego de la magnitud requerida y de la duración (…) que habría arrojado la incineración en masa de los 43 estudiantes desaparecidos", dijo Mercedes Doretti, antropóloga del Equipo Argentino de Antropología Forense EAAF, en la presentación de los resultados del peritaje sobre el caso.
Los peritos señalaron que sí hubo dos eventos de fuego en la víspera de los hechos, uno de mayor intensidad que otro, pero ninguno de la intensidad requerida para quemar los cuerpos de los desaparecidos.
Asimismo, destacó que el EAAF no encontró "evidencias científicas" para establecer correspondencia entre los restos óseos recuperados en el basurero de Cocula y los hallados en bolsas plásticas en el fondo de un río, que han permitido la identificación de uno de los desaparecidos.
“No existen elementos científicos suficientes, por el momento, para vincular los restos hallados en el basurero de Cocula con aquellos recuperados, según la PGR, en la bolsa del Río San Juan, de donde proviene la única identificación positiva, hasta la fecha, de uno de los normalistas desaparecidos, Alexander Mora Venancio”, refiere el informe del EAAF.
El informe llega a la misma conclusión que uno presentado antes por un grupo interdisciplinario de expertos independientes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
El abogado de las familias, Vidulfo Rosales, indicó que "es el segundo informe científico con contundencia que se está dictando" en contra de la versión de la fiscalía de que los jóvenes fueron incinerados en el basurero de la localidad de Cocula. Rosales dijo que es innecesario realizar un nuevo peritaje en el basurero y pidió a las autoridades "concentrarse para avanzar en las nuevas líneas de investigación".
Los estudiantes de la escuela rural "Raúl Isidro Burgos" de Ayotzinapa desaparecieron en la ciudad de Iguala, 200 kilómetros al sur de Ciudad de México, después de ser detenidos por policías que los entregaron a un grupo criminal, según el testimonio de varios detenidos.
