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MensajearMorelia, michoacán., 22 de marzo del 2019. - Michoacán y México han perdido hoy a uno de sus más grandes pintores y grabadores contemporáneos, toda vez que ha muerto el maestro Francisco Rodríguez Oñate en el corazón de esta ciudad que don José María Morelos denominara el Jardín de la Nueva España.
Ha muerto un artista de talla universal, un creador plástico que hizo de la cosmogonía, la cosmovisión y la manera de ser y hacer de los tarascos, que es decir los p’urhépecha, su fuente inagotable de motivaciones creativas.
Un pintor vigoroso que estableció un manierismo personal, en el que lo real y lo fantástico se reunen de manera natural, lo académico y lo popular conviven y se funden sin dificultad, en el que el expresionismo, el impresionismo y la nueva figuración dan paso a su muy particular lenguaje plástico y gráfico.
Un grabador de líneas contundentes, de trazos precisos, de composiciones redondas en las que el hombre y la mujer tarascos, las tradiciones y sus costumbres de éstos, la vida y la muerte, sus creencias y hasta su imaginario individual y colectivo dan paso a una obra fundamental y trascendente.
Ha muerto la madrugada de este 22 de marzo el maestro Francisco Rodríguez Oñate a la edad de 79 años (Morelia, 1940-2019) luego de una larga y agresiva enfermedad que lo alejó de su taller de La Soterraña, de sus gurbias y sus pinceles, de sus telas y maderas, de sus entes inspiradores y de sus afanes y proyecciones estéticas.
Discípulo de grandes maestros como Alfredo Zalce, Roberto Martínez y Javier Arévalo, nuestro personaje perteneció a una pléyade de artistas michoacanos muy brillantes entre los que vamos a encontrar a Juan Torres Calderón, Adolfo Mexiac, Jesús Escalera, Luis Palomares, Gilberto Ramírez, Efraín Vargas, Nicolás de la Torre, José Luis Soto, Gerónimo Mateo, Manuel Pérez Coronado y Miguel el Padre Agüero.
Artista de proyección nacional e internacional, el maestro Rodríguez Oñate es creador de series pictóricas y gráficas como “De Máscaras y Tatuajes”, “Al Son del Corazón”, “Cosmogonía Tarasca”, “Tradiciones y Costumbres P’urhépecha”, entre muchas más. Expuso individual y colectivamente en museos y galerías de México, Estados Unidos y Costa Rica.
Además de ser un artista excepcional de la plástica y la gráfica, se distinguió como promotor cultural, creador y director de museos, así como instructor de talleres de pintura y grabado para niños, labor que realizó durante décadas en la Biblioteca Pública Central Francisco J. Múgica.
Ha muerto el maestro Rodríguez Oñate, un creador extraordinario que hoy será velado en Gayosso. Descanse en paz. Así sea.
