Hortelano, el toro indultado por Castella, está muy bien y regresa a la ganadería

Morelia, Mich., a 17 de abril del 2018.- Hortelano, el toro indultado por el diestro galo Sebatián Castella, en la Monumental de Morelia, el sábado anterior, está muy bien de salud y luce pleno para recibir su premio de veinte vacas con las que habrá de padrear en busca de preservar y multiplicar sus características. El médico veterinario zootecnista Francisco J. Carrillo Calderón lo dio de alta, por lo que el burel fue trasladado hoy mismo a Tecozautla, Hidalgo, donde está la dehesa en la que pasta el ganado de Fernando de la Mora.

Cuando un toro es indultado como premio por sus buenas características, esas que tiene que ver con bravura excepcional en los tres tercios, fijeza, prontitud, recorrido y claridad de embestida, es regresado a los corrales de la plaza donde ha sido lidiado, allí es atendido inmediatamente por un médico especialista en la materia para curar sus heridas. Es éste quien habrá de registrar las condiciones en que sale el toro del redondel y determinará los caminos a seguir para su pronta recuperación, la que suele ser muy rápida.

A Hortelano lo recibió en una corraleta de la Monumental de Morelia el mvz Francisco J.Carrillo Calderón, quien lo valoró y le dio las atenciones médicas necesarias, de tal suerte que hoy día el toro amaneció muy bien, comió y bebió a placer, y se dejó ver con mu bue n estado de ánimo, por lo que lo dio de alta y determinó que está listo para su regreso a la ganadería.

En la dehesa el toro es recibido con todos los honores porque los ganaderos tienen la certeza de que les regresan un ejemplar fuera de serie, del que buscarán obtener críos semejantes a él, sin embargo, la duda de que suceda siempre persistirá porque ese toro deberá ser cruzado con veinte vacas que estarán para su compañía y placer permanentemente, mismas que imprimirán también su propia genética a los hijos.

El indulto es el premio mayor que se le puede dar a un toro, porque no hay nada más grandioso a que se gane la vida. El premio máximo para un torero es cortar rabo y orejas. Antes, cuando era indultado un burel, el diestro también recibía premio, el que dependía de su actuación ante el magnífico ejemplar, por lo que podía recibir una oreja, dos orejas o, incluso, rabo y orejas simbólicamente. Hoy día ya no es así, porque se premia exclusivamente al toro, prueba de ello es que Hortelano está vivo, sano y va a recibir veinte vacas, mientras que Sebastián Castella solamente dio vuelta al ruedo.

Hortelano es un toro que registró 475 kilos en la romana, bien presentado, con buena armadura, muy noble y “tiene una pinta muy rara en la cara a la que se conoce como llorín”, a decir del MVZ Francisco J. carrillo. Así sea.