México, DF; 26 de junio de 2017.- Dos hombres fueron detenidos por difundir las imágenes de una pareja de jóvenes que estaba manteniendo relaciones sexuales en plena calle. La Guardia Civil ha detenido a dos hombres, vecinos de La Carolina, acusados de un delito contra la intimidad.
Uno de ellos, Carlos Darío E. C., quien grabó a la pareja de jóvenes teniedo sexo para después pasarlas a un amigo a través de un mensaje de “whatsapp”. Esa segunda persona, Miguel Ángel R. M., también ha sido arrestada. Admite haber recibido las imágenes, pero niega que se las enviase a nadie más. Lo que sí está claro es que el vídeo se ha hecho viral y circula como la pólvora por las redes sociales y los teléfonos móviles. De hecho, la familia de una de las víctimas ha pedido su retirada “inmediata”: “No puede ser que siga circulando”, asegura Juan Antonio, el padre de la chica que fue grabada. “Mi hija está muy mal psicológica y moralmente, porque no hay derecho a que un desalmado haga esa grabación y la difunda”, añade el progenitor.
La propia joven, que cumplió los 18 años el pasado mes de febrero, explica que fue filmada junto a un chico en la noche del 20 de mayo en la calle Escuelas de La Carolina, muy cerca del Ayuntamiento. “En un primer momento, no nos dimos cuenta de nada. Días después, me llegó el vídeo y me lo enviaba alguien desde León”, explica la adolescente en declaraciones a Diario JAÉN.
Los agentes procedieron a la detención de Carlos Darío E. C., un hombre de origen paraguayo, aunque residente en La Carolina desde hace muchos años. Fue él el que grabó el vídeo y así se lo reconoció a la magistrada del Juzgado de Instrucción número 1 de La Carolina, en funciones de guardia durante esta semana. También admitió ante la juez que le enseñó las imágenes a Miguel Ángel R. M. y que su amigo le pidió que se las enviara para ver si conocía a alguno de los dos jóvenes que aparecían. Y agregó que no se las mandó a nadie más.
El segundo de los detenidos ratifica parte de la historia de Carlos Darío E. C. Es decir, que recibió el vídeo de parte del primer implicado, pero rechaza haber sido él el que se lo ha pasado a más gente. Declaró ante la magistrada que, poco después de tenerlo en su teléfono móvil, lo borró e, incluso, también eliminó la conversación de “whatsapp”.
Ante estas versiones contradictorias, lo que la Justicia trata de determinar es cómo la grabación se ha hecho viral, es decir, si alguno de los dos implicados llegó a enviar a más personas esas imágenes que tanto daño han hecho: “Yo puedo admitir que, quizás, no lo hice bien aquella noche, pero es que no puede ser que alguien grabe esas cosas y, después, las difunda, relata la joven denunciante, quien asegura estar “muy afectada”.