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MensajearApatzingán, Mich., a 1 de junio del 2020.- El padre José Luis Segura Barragán, encargado de la parroquia Nuestra Señora del Rosario, en el municipio de Apatzingán, aseguró que en la Tierra Caliente no hay autoridad que le ponga freno a la anarquía que se vive en la región, “donde cada quién hace lo que quiere, como quiere y como puede”; en este sentido, dijo que él mismo fue testigo de cómo los militares en la zona, llegan allí a enriquecerse.
En entrevista para Noventa Grados, el padre Segura Barragán indicó que en la Tierra caliente, hay varias “zonas de terror”, “hay un montón de asesinatos, de desapariciones”.
Estas zonas se encuentran en Dos Aguas, entre la cabecera de Aguililla y Coalcomán; en Nueva Italia y sus alrededores; en Felipe Carrillo Puerto “La Ruana” y Buenavista; por toda la carretera Aguililla – Apatzingán, desde El Aguaje, y por supuesto, en Apatzingán.
“El Ejército no hace nada, es decir, si antes el Ejército y la Policía Federal, que ya desapareció, disuadían por lo menos, ahora no hay quién calme a las personas ni las detenga; ahora cada quién hace lo que quiere, como quiere y como puede”.
Asimismo, José Luis Segura relató que detrás de la pasividad de las fuerzas armadas frente al crimen organizado, podría estar la corrupción de sus mandos.
“Cuando estuve en la Ruana y necesitaba un favor de los soldados, un cosa sencilla, no me quiso recibir el comandante de allá”, dijo el padre, quien logró entrevistarse con el mando militar, por medio del comandante del Ejército en Apatzingán.
“Me dijo que él venía a estos lugares a hacerse rico, que por eso no me había recibido (…)
pero lo dijo claramente, ‘yo vine a forrarme de dinero y a eso venimos’”, contó el párroco a Noventa Grados.
“Si la autoridad deja hacer (al crimen organizado), permite, es cómplice, pero no quiero decir que se organicen para ir a atacar; vienen sabiendo que les van a dar mucho dinero.
