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MensajearBrasilia, Brasil, a 02 de mayo de 2016.- La presidenta de la República de Brasil, Dilma Rousseff, enviará el próximo viernes al Congreso Nacional una Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) que permitirá la celebración de elecciones presidenciales anticipadas el próximo día 2 de octubre coincidiendo con los comicios municipales en el país.
Así lo declaró el senador del Partido de los Trabajadores (PT), Paulo Paim, en una entrevista con el diario brasileño O Globo publicada este lunes en la que además anticipó gran parte de los ministros más cercanos a Rousseff estarían apoyando la idea como salida más acertada a la crisis provocada por la llegada del "impeachment" o moción de censura al Senado.
Sin embargo, el propio Paim relativizó sobre la viabilidad del proyecto debido a la falta de apoyos para una reforma constitucional de ese calado en ambas cámaras del Congreso Nacional, la oposición de movimientos sociales afines al gobierno como el Movimiento Sin Tierra (MST) y la resistencia del vicepresidente, Michel Temer.
"Sería huir de sus responsabilidades. Eso sí es una propuesta golpista", señaló Temer en declaraciones recogidas por la publicación mostrando su indignación por una propuesta que arruinaría sus planes de convertirse en presidente de la República interino tras la suspensión de Rousseff por el Senado, algo que podría ocurrir el próximo 11 de mayo.
Cabe recordar que según las legislación vigente la aprobación de una propuesta de enmienda constitucional, más conocida como PEC en Brasil, únicamente podría ocurrir con el apoyo de 308 de los 513 miembros de la Cámara de los Diputados y 49 de los 81 miembros del Senado, algo que hoy por hoy resulta completamente fuera de las posibilidades del partído de Rousseff.
"Las encuestas dicen que la gente quiere nuevas elecciones. Si eso fuese cierto, dejemos al pueblo elegir presidente y vicepresidente con un gran acuerdo", sentenció Paim quien admitió que tal posibilidad que calificó como "la gran alternativa" solo sería posible mediante "un gran entendimiento entre el Ejecutivo y el Congreso".
Es importante subrayar que hasta el momento el mensaje oficial de Dilma Rousseff y su entorno era que la líder del PT no renunciaría hasta la conclusión de su mandato en 2018, sin embargo, la marcha del "impeachment" en el Senado, su inminente suspensión por 180 días y el liderazgo del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva en las encuestas le habrían forzado a cambiar su opinión.
