Triunfos de Juan Chávez, José Mauricio y Sergio Flores en Lagunillas

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Triunfos de Juan Chávez, José Mauricio y Sergio Flores en Lagunillas
Triunfos de Juan Chávez, José Mauricio y Sergio Flores en Lagunillas
Triunfos de Juan Chávez, José Mauricio y Sergio Flores en Lagunillas
Autor: Óscar Tapia Campos / Noventa Grados | Fecha: 6 de Octubre de 2019 a las 11:19:00

Morelia, Mich., a 6 de octubre del 2019. - Tal y como se auguraba, el festival taurino de ayer en la Plaza de Toros Cristo Rey fue todo un acontecimiento, porque los elementos se conjuntaron para que se diera una muy buena tarde de toros como parte de las celebraciones por un aniversario más de la elevación de Lagunillas a municipio. Juan Chávez, el torero local, se alzó como el gran triunfador al desorejar a Lagunillense, novillo-toro de El Batán; por su parte José Mauricio y Sergio Flores cortaron una oreja cada uno; sólo el aquicalitense Miguel Espinoza Armillita se fue sin tocar pelo.

El evento estuvo enmarcado en una bella tarde soleada, algunas nubes amenazaban con la lluvia, pero finalmente y luego de un corto nublado se expandieron para dejar la fiesta en paz. El público se retrató numerosamente en la gradería de la Plaza Cristo Rey, y la Orquesta de Policía y Tránsito enmarcó con sus buenas maneras musicales tan significativa fiesta taurina.

El encierro de la ganadería queretana de El Batán fue difícil en términos generales, solamente destacándose el primero de la tarde, novillo-toro claro de embestida, noble y alegre, el que le tocó en suerte al primer espada, José Mauricio; muy complicados resultaron los lidiados en segundo y cuarto lugar, a la vez que el toreado en tercer turno también enseñó malas ideas.

JOSÉ MAURICIO

Con el que se abrió el festival lució con capote y muleta el diestro capitalino José Mauricio. En el primer tercio se dejó ver dueño de todo, brilló con adornos muy toreros y conectó con el tendido. Con el percal se colocó en la vitrina para estructurar una faena de corte artístico que le valió para escuchar ovaciones y elogios de parte del respetable, lamentablemente no pudo redondear con el acero porque dejó pinchazo hondo en el primer intento y, luego, en su segundo viaje, colocó espadazo en buen sitio. Una oreja.

JUAN CHÁVEZ

El anfitrión de la tarde, Juan Chávez, pintureó una larga con rodilla a tierra y bocetó verónicas y chicuelinas para conectar inmediatamente con sus coterráneos. El de El Batán resultó ser un novillo-toro complicado que iba con la cabeza arriba, entregaba medias embestidas, calamocheaba y tiraba derrotes. Juan Chávez lo entendió y se entregó en busca de aprovechar hasta la menor virtud de tan áspero animal, por eso hasta logró una buena tanda de derechazos con sabor y peso. Mató de estoconazo hasta las cintas y el de El Batán rodó sin puntilla. El juez de plaza se puso dadivoso y concedió dos orejas. Una habría sido muy justa.
SERGIO FLORES

El diestro de Apizaco, la que también fuera tierra de Rodolfo Rodríguez el Pana, salió como siempre a darlo todo. Desde que se abrió de capa enseñó que iba dispuesto a sacar agua hasta de las piedras, y así fue, porque le tocó en suerte un novillo-toro con muchos resabios, regatón, reservón y embestidas descompuestas. Mas Sergio Flores lo llevó de apoco hasta meterlo completamente a su muleta.

Qué brillo el de ese torero que estructuró una faena de mucho peso, con limpieza técnica, valor sereno y arte exquisito. Lamentablemente falló con el acero, perdió el rabo que tenía ganado, y con toda justicia nada más recibió un apéndice.
FERMÍN ESPINOZA ARMILLITA

El IV de la dinastía entró al redondel a defender la historia de sus mayores, pero le tocó Purhépecha, el peor del encierro enviado por El Batán, la ganadería del matador de toros y ganadero Gabino Aguilar.

El de Aguascalientes no se amilanó, antes bien fue insistente, persistente y emotivo anta el bicho que tuvo enfrente, y por ello, sólo por ello, tuvo buenos momentos durante su faena de muleta. No estuvo fino con el hacer. Se fue sin tocar pelo, entre aplausos del respetable que entendió su esfuerzo. Así sea.

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