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MensajearY lesión grave en la rodilla de Hilda Tenorio
Mérida, Yuc., a 09 de abril del 2018.- La matadora moreliana Marbella Romero se alzó como la máxima triunfadora en Tikuch, Yucatán, al recibir dos orejas por la gran faena de capote y muleta que le estructuró a un toro de San Salvador en el marco de la Feria de Santa Isabel, patrona de ese destino hermoso del Sureste Mexicano. Por su parte la diestra Hilda Tenorio tuvo que abandonar en camilla a causa de una lesión de la rodilla izquierda (probablemente grave), la que se causó luego de pegar un par de calafia. El Papo sumó un apéndice más en su historial por lo realizado a un toro sumamente complicado. Manolo Martínez se fue entre aplausos al cumplir nada más.
Marbella Romero, cuarta espada del cartel, cayó con el pie derecho en Tikuch, porque desde que se abrió de capa el respetable se le entregó sin reservas, y ella respondió con muy buenas tandas de verónicas y mandiles muy vistosos que le fueron fuertemente coreados; con la muleta redondeó su participación porque le pudo al de San Salvador, le ciñó tandas por ambos lados y emocionó hasta el alarido con adornos y desplantes de torera mandona. Al final el premio le fue entregado sin reservas para beneplácito del respetable.
Hilda Tenorio, segunda espada, brilló con verónicas y pegó hermosamente un quite por calecerinas que conectaron con la gente, se gustó la matadora michoacana y se sintió tan bien que pidió las banderillas para pegar un par de calafia sin mácula, pero cuando giró en la cara del toro perdió la vertical al falseársele feamente la que era su rodilla buena, esa en la que no tiene ninguna operación, y ya no pudo levantarse, fue llevada al hospital donde le pronosticaron posible ruptura de ligamentos cruzados. Mañana será valorada en un nosocomio de la capital michoacana. El Papo, como primer espada, sustituyó sin pena ni gloria a la matadora.
Fue, precisamente, el Papo otro triunfador de la tarde, al exponer y derrochar voluntad ante un toro con más de 500 kilos, sumamente complicado, al que le buscó la condición y logró poderle y meterlo a su muleta. Una oreja.
Manolo Martínez, tercer espada, tampoco tuvo buena fortuna en el sorteo, porque le tocó un cinqueño con muy malas ideas, toro al que tuvo que someter con doblones y echándosele encima, cumplió el matador y salió entre aplausos. Así sea.
