Tristes resultados en el deporte: Mateo Calvillo Paz

Tristes resultados en el deporte: Mateo Calvillo Paz
Autor: Mateo Calvillo Paz / Noventa Grados | Fecha: 16 de Agosto de 2016 a las 08:38:00

Morelia, Mich, 16 de agosto de 2016.- Estamos desilusionados por los resultados de nuestros atletas olímpicos, tal vez enojados. Pero ¿qué resultados dan en otras lides más importantes nuestros gobernantes? ¿Y qué decir de nosotros como pueblo? ¿Qué hacen por ejemplo los padres de familia, qué hacemos para vencer a los enemigos de la educación, a los revoltosos y faltistas de la CNTE?

Una gran miseria de un pueblo es no tener ilusiones. ¿Qué espera siempre la gente de su delegación olímpica? Pueden volver con una medalla de bronce, la medalla milagrosa.

Es importante tener una mirada crítica, realista y, a pesar de todo, llena de esperanza. No podemos tener una mentalidad mediocre, conformista, como la pesista que celebraba un octavo lugar, como el periodista que cacarean un cuarto lugar como un gran triunfo: “fulano dio a México un cuarto lugar”. Mientras no sea el oro no pueden los atletas sentirse satisfechos. Un país de gente conformista es un país de pobres resultados, que se complace en su torpe desempeño y se cierra el horizonte. Y piensa estar bien así.

Nos urge ver de frente nuestra realidad dolorosa, y asumirla, tomarla en nuestras manos.

Es cierto que no esperamos milagros de nuestros competidores. Tristemente ya estamos acostumbrados a los resultados miserables.

El fracaso olímpico es sólo un reflejo de la situación de mediocridad, retraso social y derrotas, de corrupción, impunidad, estado fallido, en los temas vitales de economía, la política, educación, en práctica de los valores de la convivencia humana. También en el fut bol se reflejó la crisis y corrupción.

Tenemos todos un gran delito: dejar dormir las tremendas riquezas del alma mexicana, que son proverbiales en las naciones.

Es una vergüenza que estemos así en un país de tantas y tan grandes riquezas de mar, tierra, subsuelo, de todo. Especial vergüenza deben tener quienes nos han administrado y quienes nos administran ahora. Si, por lo menos, no presentaran una visión falsa de la situación.

Como en la gestión gubernamental, hay políticas torpes y erráticas en el deporte. Hay políticos como Alfredo Castillo que ha perjudicado enormemente a los deportistas, con sus conflictos, con su pésimo apoyo económico.

Es el mal de la corrupción, mal uso del dinero al enviar una delegación tan numerosa como estéril. Es un gasto desafortunado cuando el dinero se necesita en otros rubros, salud, educación…. La selección no es objetiva, hay influencias. Deben ir sólo los que tienen posibilidad de medalla.

Los resultados están conformes a la realidad de México, sin embargo hay países muy pobres que dan testimonio de grandeza de alma y dan buenos resultados, como Cuba.

Las grandes olas de los desastres de México están como para derribar a cualquiera. Sin embargo, es posible mantenerse de pie, conservar la entereza, no doblarse, tener consistencia de bronce ver con confianza y osadía el presente y lo por venir.

A pesar de todo hay que conservar la fe en uno mismo, la confianza en el potencial infinito que dormita en ti, en el rico sustrato de valores espirituales de los mexicanos. Hay que llevar un sueño imposible, querer alcanzar una estrella. Decía el Senador Robert Kennedy: “muchos ven las cosas como están y se preguntan por qué. Yo sueño en cosas que no han existido nunca y me pregunto: ¿Por qué no?

Hay que conservar la confianza en el mexicano. Tiene un potencial inmenso, todas las capacidades para ser campeón, nada más que están entumidas, la pólvora está mojada y los atletas se revuelvan en el lodo. Hay que creer en ele Tri y apoyarlo. Va a ser campeón, hay que pedirle una manita al Señor Dios.

A pesar de que la crisis, infecta toda la vida como un virus porque no tenemos un gobierno firme y sabio que se ocupe de los problemas de México, hay que conservar la fe en el triunfo sobre la maldad. Hay que conservar la fe.

En todas las competiciones de la vida, hay que estar vigilantes y en sus marcas para sacar al país de la corrupción, para detener el estado fallido que no nos caiga encima y nos lleve a revoluciones que ya hemos conocido y han derramado

mucha sangre y devastado la vida nacional, para nada. Bienes más grandes, se pudieron lograr por otros caminos.

Dios hizo al hombre grande, para espacios infinitos, no lo hizo para la mediocridad y la derrota sino para que sea campeón alcanzando las metas más altas, el triunfo definitivo, eterno, en la gloria.

Más información de la categoria
Más información de la categoria
Comentarios