Hay muchos aficionados, pero Morelia  nunca ha sido buena plaza para el futbol profesional

Hay muchos aficionados, pero Morelia  nunca ha sido buena plaza para el futbol profesional
Autor: Óscar Tapia Campos / Noventa Grados | Fecha: 31 de Mayo de 2020 a las 12:41:00

Morelia, Mich., a 31 de mayo del 2020. - Ya se fue Monarcas, ya no está aquí, ya no existe. Y aunque no se ha oficializado nada al respecto, es un hecho que ha sido extinguido para que nazca un nuevo equipo en Sinaloa, con el nombre de Mazatlán FC. Ayer llegaron los camiones que trasladarán los recursos materiales que sus dueños tienen en el Estadio Morelos.

Morelia ha sido aniquilado. Su noble afición lamenta el hecho, llora y sufre, pero nada podrá hacer para evitar tan contundente realidad. Son muchos los afectados, muchísimos los perjudicados y parece no haber opciones, porque con todo y que se habla de un nuevo equipo para la capital michoacana con el nombre de Ates de Morelia, ese sería de un nivel y categoría muy inferiores y no tendrá reconocimiento federativo.
Mucho se ha dicho acerca del tema, poco ha sido realmente equilibrado porque a la imparcialidad le ha ganado la víscera. Por eso considero adecuado realizar una serie de consideraciones que nos den luz al respecto, para no hacer juicios infundados.
Empecemos por decir que Monarcas siempre ha sido un equipo de bajos ingresos. Tan bajos que, con la venta de boletos, patrocinios, convenios con los gobiernos, ventas en el estadio, publicidad fija y transmisiones de radio y televisión nunca ha solventado sus gastos. A lo más que ha llegado con todo eso es a tener un total de dineros que apenas le alcanzaba para cubrir el 60 por ciento de sus egresos, por eso siempre ha tenido que vender a sus jugadores más cotizados, para evitar así los números rojos.

Y si de patrocinadores hablamos, sólo para ejemplificar, hay que tener presente que no los tiene en la medida que los necesita, porque al menos tres son del mismo grupo al que pertenece: Elektra, Tv Azteca y Banco Azteca; sólo uno es de Michoacán, Caja Morelia Valladolid. La Coca Cola le dijo adiós, por eso tuvo que aceptar el patrocinio de Red Cola, una marca nueva y sin penetración en el mercado.

En su existencia de 70 años sus diferentes dueños vivieron siempre con el Jesús en la boca. Desde que el equipo fue fundado en 1950 ha generado sobresaltos económicos. Por eso ha pasado de unos propietarios a otros, y todos han dicho lo mismo, que no es negocio. De suyo Nicandro Ortiz Gaspar lo vendió al ahora Grupo Salinas precisamente por falta de liquidez financiera, y eso que en aquellos tiempos los futbolistas que tenía no ganaban tanto como perciben los de ahora.

Esa realidad es el principal impedimento para que haya empresarios locales que realmente quieran arriesgar sus dineros para comprarlo. Y esa la causa también por las que sus actuales propietarios han tenido que aceptar las jugosas ofertas que recibieron por parte del gobernador de Sinaloa.

Uno quisiera que no fuera así, pero decir lo contrario es mentir y engañar a la afición con la intención de quedar bien. Si tener un equipo de futbol de Primera División en Morelia fuera garante de éxito económico, sobrarían los inversionistas locales que levantarían la mano para comprarlo, pero ninguno lo ha hecho con la chequera sobre la mesa.

Grupo Salinas no recibirá una oferta mejor que la que tiene por parte del gobierno de Sinaloa. De suyo, es imposible que la reciba, porque allá le han puesto todo en bandeja de plata, tanto así que el monto global que tiene a sus pies supera los mil millones de pesos.

Y, claro, Ricardo Salinas Pliego y sus socios están en todo su derecho de ir en busca de mejores condiciones para su empresa. Y aunque duele y es triste porque acá se perjudica a cientos de personas que se quedarán sin trabajo, y a cientos de niños y jóvenes que verán truncados sus procesos de formación, amén de todos los comerciantes, industriales, prestadores de servicios y más que se veían beneficiados directa e indirectamente por la presencia de ese equipo en esta ciudad.

Monarcas no tiene la numerosa afición que se piensa, digo, afición que se retrate en las taquillas, porque su mejor promedio no rebasa los 20 mil espectadores en cada partido, y con eso no se sostiene ningún equipo. Además de que los boletos de entrada son de los más baratos del país, entregaba más de seis mil cortesías (cinco mil al gobierno estatal, y no sé cuántas al municipal) y los dueños de palcos y plateas no pagaban, ni consumían bebidas, ni comidas, porque las llevaban de afuera.

La única razón por la que se pudieran caer las negociaciones entre Grupo Salinas y el gobierno de Sinaloa sería que procediera una demanda en contra del Poder Ejecutivo de allá porque se está haciendo uso del erario para la compra del equipo. Sin embargo, ha trascendido que además de económico, el meollo del asunto también es político.

Total, Morelia no es una buena plaza para espectáculos masivos como el fútbol, el básquetbol, el béisbol, el fútbol americano y las corridas de toros; tampoco para los festivales internacionales de música, órgano, guitarra y cine; menos para el teatro, las artes plásticas, los recitales de poesía, ni para la mayoría de eventos culturales que se realizan cotidianamente. Así sea.

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