Grandes faenas de Diego Ventura y Arturo Saldívar; Garibay, discreto en su despedida

Grandes faenas de Diego Ventura y Arturo Saldívar; Garibay, discreto en su despedida - Foto 0
Grandes faenas de Diego Ventura y Arturo Saldívar; Garibay, discreto en su despedida
Grandes faenas de Diego Ventura y Arturo Saldívar; Garibay, discreto en su despedida
Grandes faenas de Diego Ventura y Arturo Saldívar; Garibay, discreto en su despedida
Autor: Óscar Tapia Campos / Noventa Grados | Fecha: 16 de Febrero de 2019 a las 09:50:00

Morelia, Michoacán., a 16 de febrero del 2019.- Bien dicen que los toros no tienen palabra de honor y anoche, en el Palacio del Arte, no la tuvieron, porque en términos generales cumplían con todas las de la ley por su buena presencia, edad y trapío, pero a la hora de la verdad simple y sencillamente no respondieron, más como también se precisa que para el buen torero no hay toro malo, Diego Ventura y Arturo Saldívar se prodigaron para ofrecer faenas de mucho mérito, habida cuenta que lograron buenas tandas en base a esfuerzo, honestidad y riesgos, de tal suerte que el público conocedor se les entregó porque entendió que se sobrepusieron a la adversidad. Ignacio Garibay corrió con lo peor del encierro y tuvo una despedida muy discreta de esta plaza.

No, no hubo vuelta al ruedo, ni orejas y, por ende, tampoco rabos, solamente Diego Ventura tuvo una salida al tercio con mucha fuerza, jalado por los aplausos del público. Lo que sí es que escucharon aplausos sonoros los tres alternantes, en virtud de que el respetable, que llenó tres cuartos del aforo, reconoció el esfuerzo del rejoneador y los de a pie al no tener tela de donde cortar y, sin embargo, hacerse trajes a su medida para responder a las expectativas creadas.

DIEGO VENTURA

Tocayo fue el nombre del abre plaza, toro marcado con el número 27 del fierro de José Julián Llaguno que dio 475 kilos en la romana. Diego Ventura, como siempre, le imprimió gusto y gallardía a su labor, pero se encontró con un burel pegado a piso que no se enteraba, el rejoneador tuvo que dibujar círculos hasta hacerse sentir, torear con la grupa de sus caballos. Muy bien en banderillas. El lusitano hizo a su toro para transmitir y conectar con el respetable. Falló con el rejón de muerte y tuvo que echar pies a tierra para descabellar en el primer viaje. Aplausos.

Rómulo, fue el segundo de su lote, toro de San Isidro, marcado con el número 288, el que registró 523 kilos en la romana. Diego Ventura se prodigó al realizar quiebros en la cara del burel, piruetas y medias vueltas. Se dejó llegar al de San Isidro y lo toreó insistentemente con la cola de sus cabalgaduras para provocar la aclamación del respetable, desgraciadamente se puso pesado con el acero y perdió dos orejas. En base a aplausos atronadores el público lo hizo salir al tercio.

IGNACIO GARIBAY

Nacho Garibay no las trajo todas consigo. Ante su primero, Comadroso de nombre, marcado con el número 309 de Barralva, toro con 475 kilos de peso, tuvo poca tela de dónde cortar y no pudo estructurar faena, pegó logró algunos muletazos meritorios pero sin ligazón. Pinchazo y entera en buen sitio. Aplausos.

Rafaelillo fue el último de su historia en el Palacio del Arte, toro marcado con el número 508 de Barralva, con 467 kilos, mismo que salió con alegría y al que le pintureó chicuelinas y navarras. Después de la pica y las banderillas el burel se fue a menos hasta terminar por rajarse, Garibay lo tuvo que perseguir por todo el ruedo y cazarlo para dos pinchazos y una entera. Abucheos para el cornúpeta y aplausos para el torero que fue despedido cobijado por las tradicionales Golondrinas.

ARTURO SALDÍVAR

El de Teocaltiche está convertido en un gran torero, por eso anoche brilló con luz propia a pesar del mal lote que le tocó. Tepachero fue su primero, número 417 de la ganadería de Barralva, con 450 kilos de carne, toro débil de remos que perdía con facilidad los cuartos delanteros. Arturo Saldívar lo llevó despacio, lo entendió, le dio tiempo y distancia adecuados hasta hacerse de él y adornase por manoletinas y el del desdén, para luego pincelar tandas por ambos lados que le fueron muy jaleadas en los tendidos. Pinchazo y entera caída. Aplausos sonoros.

Don Tino fue el sexto de la tarde, marcado con el 433 de Barralva y 500 kilos de peso, al que Arturo Saldívar le pinceló chicuelinas muy ajustadas y verónicas muy sabrosas. Con la muleta se dejó ver por estatuarios, manoletinas, derechazos y naturales largos. El torero estuvo muy por encima del toro, con lo que volvió a confirmar que pasa por un gran momento, tal y como lo había demostrado recientemente en la Plaza México, donde fue despojado de la Oreja de Oro. Pinchazo y entera en buen sitio. Aplausos. Así sea.

Más información de la categoria
Más información de la categoria
Comentarios