Andy Ruiz Jr. logró lo imposible  y la hazaña más grande de un boxeador mexicano

Andy Ruiz Jr. logró lo imposible  y la hazaña más grande de un boxeador mexicano
Autor: Óscar Tapia Campos. / Noventa Grados | Fecha: 2 de Junio de 2019 a las 13:17:00

Morelia, Michoacán., 2 de junio del 2019. - Hay nuevo y brillante campeón mundial de boxeo en Peso Completo y es orgullosamente mexicano.

La hazaña más grande de un mexicano en el boxeo se dio la noche de este sábado 1 de junio en el Madison Square Garden de Nueva York, porque el bajacaliforniano Andy Ruiz Jr. logró lo imposible brillantemente, de suyo lo hizo estando abajo en las apuestas al son de 33-1.

Logró lo imposible, sí, porque en teoría era una pera en dulce para su rival, pero en los hechos fue un auténtico destructor que se adueñó de la escena desde el primer asalto para dar una cátedra de boxeo a su rival y al mundo, porque su proeza rompe con todos los cánones y hecha por tierra todo lo establecido.

Y por eso hoy resuena de uno al otro confín del planeta que Andy Ruiz Jr. es el primer mexicano de la historia que se convierte en campeón mundial de Peso Completo, para lograrlo le dio una tunda a Anthony Joshua, a quien le arrebató los tres cinturones.

Nadie, o casi nadie, daba un peso por el “Destroyer” Ruíz debido a su anatomía regordeta y baja estatura, y porque enfrentaría a un gigante de ébano que es todo musculatura, mismo que llegó a la pelea con récord invicto y como monarca imbatible de Peso Pesado del Consejo Mundial de Boxeo, la Asociación Mundial de Boxeo y Federación Internacional de Boxeo.

Pero el originario de Mexicali, Baja California, imprimió determinación, siempre fue para adelante, ganó 6 de los 7 asaltos que duró la pelea, tiró golpes a una velocidad impensada para una mole como él y luego de convertir en guiñapo a su rival lo noqueó contundentemente.

Sí, es la hazaña más monumental de pelador mexicano alguno. No sólo porque se coronó en la categoría reyna del boxeo, sino porque lo suyo es equiparable al triunfo de David sobre Goliat.

Al ver a uno y otro boxeador antes de que sonara la campana por primera vez en la pelea pactada a doce rounds, era para suponer que el mexicano recibiría una paliza, pero fue al revés, porque desde el primer asalto se lanzó al abordaje y conectó sólidamente a la cara del europeo.

En el segundo también fue mejor, mas llegó el tercero y el boxeador inglés cimbró al mexicano en un intercambio de golpes y lo mandó a la lona.

Andy Ruiz lo vio detenidamente desde la lona para luego levantarse y contraatacar con una ráfaga de izquierdazos y derechazos que hicieron rodar a Joshua, quien se levantó muy aturdido, sólo para recibir otra metralla que nuevamente lo hizo morder el polvo, el réferi le contó lentamente, le dio mucho tiempo, pero sólo la campana evitó el nocaut.

Durante el cuarto asalto el mexicano se dio su tiempo, tomó aire, pero el británico andaba grogui. Andy Ruiz se lanzó otra vez al ataque y conectó durísimo derechazo a la boca del estómago que hizo pujar a su rival.

El quinto fue el mejor de Joshua, logró conectar fuertemente en el rostro al regordete mexicano, pero nada que el Destroyer no pudiera asimilar.
Y llegó el asalto cabalístico, el séptimo; Joshua salió con una risita que lo mismo podía tomarse como de menosprecio para su rival que de dolor y miedo. 
Andy Ruiz lo siguió y cabeceó unos volados que le disparó el del Viejo Continente, mas el mexicano no dio paso atrás, y en otro intento de ataque del inglés se lazó con todo para conectar despiadadamente al rostro, a la cien, a la cabeza, a todos lados.
Joshua cayó totalmente desmadejado, mientras que Andy Ruiz lucía sonriente y poderoso, entero y dueño de la situación, estaba logrando la hazaña más grande de un boxeador mexicano.

El británico se levantó y Ruiz lo golpeó a placer con una velocidad propia de un Peso Pluma o un Peso Mosca hasta que nuevamente se fue su rival a la lona, quien luego de la cuenta de protección no atinaba no sabía dónde estaba, mientras que el Madison Square Garden de Nueva York veía al réferi dar por concluida la pelea, con lo que Andy Ruiz Jr. se convertía en el campeón mundial de Peso Completo y llamaba la atención del planeta entero.

Hoy el Récord del peleador azteca es de 32-1-0, quien anoche tuvo la primera caída a la lona de su historia; mientras que Joshua queda con 22-1-0, perdió el invicto y hasta el modito de andar porque al final sólo fue un costal de papas al que el mexicano le pegó a placer e inmisericordemente.

Sí, una hazaña sin parangón la del de Mexicali, una proeza sin antecedentes en la historia del boxeo mexicano, una victoria épica que permite precisar que el Destroyer Ruiz logró lo imposible, lo inesperado, lo impensado, la sorpresa más grande en la historia del boxeo mexicano y hoy es campeón mundial con todas las de la ley. Así sea.

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