Un regreso a clases con esperanza y entusiasmo: Arquidiócesis de Morelia

Un regreso a clases con esperanza y entusiasmo: Arquidiócesis de Morelia
Autor: Redacción / Noventa Grados | Fecha: 25 de Agosto de 2019 a las 18:04:00

Morelia, Mich., a 25 de agosto de 2019. Después de las vacaciones de Verano, de convivencia familiar y con los amigos, mañana 26 de Agosto, miles de estudiantes y profesores de los niveles básico, medio superior y superior regresan a las aulas con el propósito de seguirse preparando eficazmente.

La educación es el camino correcto para que la persona a través de sus cinco sentidos desarrolle su inteligencia y aprenda a tomar decisiones y así los estudiantes tienen la oportunidad de aspirar a mejores condiciones de vida, a lograr una mejor preparación, a colaborar en la sociedad y tener elementos para resolver los problemas de la vida.

Es importante que maestros, directivos, padres de familia y alumnos, estén conscientes de lo importante que es dar continuidad a los procesos educativos. Los niños y jóvenes, tienen derecho a recibir educación, una educación de calidad y que esté a la altura de las necesidades de los tiempos actuales, formando personas, cristianos y ciudadanos responsables y comprometidos con el bien de la sociedad.

Que este regreso a clases se realice en paz, con gran participación y entusiasmo, pensando que cualquier planteamiento debe tener en el centro la persona y el futuro de los estudiantes, lo mismo que el mejoramiento de la educación de los jóvenes para lograr una mejor Sociedad que construya La Paz y viva en armonía y unidad.

LA MISIÓN DEL SACERDOTE EN UN CONTEXTO DE INSEGURIDAD Y VIOLENCIA

Ante el reciente hecho de violencia en la diócesis de Matamoros, por el asesinato del Pbro. José Martín Guzmán Vega, consideramos que la violencia y la inseguridad siguen siendo amenazas que pesan mucho sobre los pueblos que se nos han confiado para acompañar mediante la acción pastoral cotidiana. Los sacerdotes tenemos una misión de evangelización en las comunidades y por ello tenemos una responsabilidad pastoral y social que cumplir en torno a los sufrimientos y las aspiraciones de la gente.

La muerte de este sacerdote nos manifiesta y nos hace pensar cómo la violencia está calando muy hondo en nuestras comunidades y en numerosas familias, la sociedad sigue necesitando de la presencia pastoral de los sacerdotes.

Cómo un llamado que surge por la muerte de nuestros hermanos sacerdotes, queremos redoblar con espíritu de corresponsabilidad la misión que nos toca como pastores para generar cambios profundos en la sociedad que aseguren condiciones de vida favorables para la verdad, la justicia, la solidaridad y la paz.

La misión que toca cumplir a los sacerdotes, desde la Iglesia, es el acompañamiento pastoral y espiritual a las personas, las familias y las comunidades afectadas por las violencias, que van orientadas al orden y al empeño de ayudarles a que sean capaces de sobreponerse desde la fe y de recibir consuelo.

También estamos llamados a alentar la esperanza que se desprende del encuentro con Dios, para que la gente no se aísle ni se resigne a la violencia, sino más bien se incorpore activamente a proyectos y acciones de construcción de la paz. La Arquidiócesis de Morelia expresa su cercanía y oración por todas las comunidades y familiares de los sacerdotes asesinados y junto a nuestra oración, animamos a todos los sacerdotes a seguir comprometidos en la construcción de una cultura de paz, “Felices los que trabajan por la paz porque serán llamados hijos de Dios” (Mt 5, 9).

Esta bienaventuranza es una promesa y una buena noticia, de que la paz es posible y no podemos renunciar a ella. Los que trabajan por la paz, aman, protegen y defienden la vida en su integridad.

Es necesario seguir enseñando a los hombres a amarse y educarse para la paz, y a vivir con benevolencia, más que con simple tolerancia. Pensamientos, palabras y gestos de paz crean una mentalidad y una cultura de la paz, una atmósfera de respeto, honestidad y cordialidad. Es fundamental el convencimiento de que “hay que decir no a la venganza, hay que reconocer las propias culpas, aceptar las disculpas sin exigirlas y, en fin, perdonar”.

Hacemos un llamado para promover valores, actitudes y comportamientos que propicien en la ciudadanía una cultura de paz generando espacios de convivencia y encuentro entre las personas que fortalezcan lazos de comunidad y acción ciudadana, y fortaleciendo el capital social de organizaciones, instituciones y sociedad civil que impulsan proyectos y acciones a favor de la paz, con la finalidad de potenciar las condiciones para promover redes de apoyo que faciliten la reconstrucción del tejido social.

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