The British, mi encuentro con el Hombre Rojo y Sombrilla, allá por la Ventura Puente

The British, mi encuentro con el Hombre Rojo y Sombrilla, allá por la Ventura Puente - Foto 0
The British, mi encuentro con el Hombre Rojo y Sombrilla, allá por la Ventura Puente
The British, mi encuentro con el Hombre Rojo y Sombrilla, allá por la Ventura Puente
The British, mi encuentro con el Hombre Rojo y Sombrilla, allá por la Ventura Puente
Autor: Óscar Tapia Campos | Fecha: 13 de Abril de 2018 a las 19:12:33

Morelia, Mich., a 13 de abril del 2018.- Ayer, camino a casa, me encontré de frente con el Hombre Rojo y su Sombrilla, él estaba distraído y su mirada puesta en las copas de los árboles, yo fijé mi vista en su porté inglés, monocromía magenta y en sus formas geométricas, muy al estilo del cubismo sintético, aunque ciertamente es una figura de perspectiva múltiple.

El Hombre con Sombrilla o el Mono Rojo, así lo conocen ya por la calle Isidro Huarte de esta capital michoacana, allá por la colonia Ventura Puente. Su nombre es simple, pero dice mucho; The British. Es un individuo singular de este destino michoacano, uno de esos que habría que colocar entre los personajes típicos de la talla de Hilo Lacre, El Empanaditas, Güicho, Lupe la Loca y tantos más que han deambulado por las calles de Morelia, la curiosidad, las risas lacerantes y hasta ciertas burlas por la incomprensión.

The British es ya un habitante cotidiano del Antiguo Jardín de la Nueva España, un estrafalario al que los morelianos poco a poco empiezan a ver como un elemento más del paisaje urbano, porque se le encontró muy despistado,  por primera vez, a inicios de este fugaz 2018, el Año de la Promesa Incumplible y la Mentira Insustancial.

Ayer me lo topé de frente, y como él estaba distraído, pude observarlo a placer, curiosearlo detenidamente y darme cuenta de que es hijo de María Bayardo, una arquitecta y escultora que ha expuesto en España, Francia, Italia, Bélgica, Inglaterra, Estados Unidos y, desde luego, en México, como que es mexicana y radica en Guadalajara, Jalisco.

The British, es decir El Inglés, es nonollizo, sí, nació el mismo día que ocho de sus hermanos, y él fue primero. Esto es que la autora de sus días, o sea María Bayardo, determinó que fuera una serie de ocho figuras, y la que está en el puente que cruza el Río Chiquito por la calle Isidro Huarte es la prueba de autor (p/a).

Este personaje más enrojecido que una quinceañera en su primer prueba de amor ya ha recorrido la legua, incluso estuvo en Londres, y creo que también en París, y en otras partes de Europa, y doquier ha recibido buenos juicios, las críticas le han sido favorable, lo que le ha dado renombre y prestigio a su creadora.

Ahora es moreliano por adopción, pero más pronto que tarde lo será por arraigo, bueno, al menos eso hay que esperar, porque hay tanto malandrín por allí que, ciertamente, corre peligro de que le ataquen, le hagan daño, lo quieran secuestrar, aunque no es muy atractivo para los delincuentes porque no es de bronce, sino de resina sintética.

Yo ya lo conocía, bueno, muy de pasadita, superficialmente, porque lo veía desde mi auto al cruzar el puente, pero ayer me bajé a observarlo, a escudriñarlo, a indagarlo. Como él está muy distraído con la mirada puesta en el follaje de fresnos y eucaliptos, pude disfrutar a plenitud de sus acabados que aluden a la geometrización de la realidad, a la simplificación de su figura humana, al lenguaje figurativo no convencional, por su esencia preponderantemente cubista, lo que me hizo recordar a Pablo Picazzo, Paul Cezanne, Juan Gris, Marchel Duchamp y Jacques Villon, entre otros pintores y escultores pioneros de esa corriente de la creación humana.

Ya lo había visto antes y me caía medio gordo, es más, creo que hasta me repugnaba, lo que tenía que ver con mi desconocimiento, con mi ignorancia de su estética, porque visto así como lo veía, muy a la ligera, de pasada, era imposible que me percatara de sus altos valores artísticos.

Ayer no solamente lo vi de frente y de perfil, sino que me senté en la banca que está a su lado y entre en diálogo con él, por lo que me enteré que lleva mucha prisa, por eso esas huellas rojas geométricas que deja al caminar que, ni modo de no decirlo, pueden ser peligrosas para un invidente, un anciano, un niño o cualesquier personas que puedan tropezar o caer sobre ellas.

The British, El Inglés, ese Hombre Rojo con Sombrilla, es una excelente adquisición para la capital michoacana, pero la gente tardará en valorarlo, en comprender su categoría de arte mayor.

Yo, desde ya, lo he disfrutado a placer. Bien, muy bien maestra María Bayardo, que bueno que se quitó de promotora artística de Alejandro Filio, porque el mundo ganó a una escultora trascendente, a una artista singular, tal y como son y deben ser los grandes creadores plásticos.

Yo, ayer me topé de frente al Hombre Rojo y su Sombrilla, qué buen encuentro, qué bueno. Así sea.

Más información de la categoria
Más información de la categoria
Comentarios